Edad: 76
Distrito: El Agustino, Lima, Perú
“Esto ha sido una salvación. Por qué poco a poco se me acortaba la vista y yo no sabía que iba hacer de mí.”
Federico un hombre de 76 años, se dedicaba a trabajar apoyando en una oficina/taller en el agustino. Su problema empezó cuando en un día de trabajo común noto que se le nublaba la visión y veía cada vez más oscuro. A raíz de esto dejo de trabajar, pero no dejo de acudir a su centro de labores que está cercano a su casa para seguir ayudando con lo que se pudiera, pues no gustaba estar inactivo.
El problema visual aumento tanto que el sentía que tenía la visión de ambos ojos oscura y nublada, entonces un amigo de su entorno laboral le conto que él ya había sido operado con la Clínica Divino Niño Jesus y que muy pronto habría una campaña en el distrito.
Federico decidió acudir acompañado de su amigo y es así como es captado con posible catarata operable.
Días después fueron citados y una movilidad de la clínica lo recogió junto a otras personas captadas en la campaña y fueron hacia la clínica a su evaluación con el médico.
La Dra. Yvonne asmat atendió a Federico y efectivamente tenia cataratas en ambos ojos, pero con más deterioro en el ojo derecho. Entre sus antecedentes resalto que Federico era diabético y con un examen de sangre la Dra. pudo notar que tenía muy alta la glucosa.
“Sr. Federico nosotros lo podemos ayudar a recuperar su vista con cirugía, pero si Ud. no toma sus medicinas y regula esa glucosa no nos va ser posible operarlo.” Recuerda el que le dijo la Dra. Yvonne Asmat.
Entonces Federico muy decidido a recuperarse cumplió con su tratamiento y cuando cumplió con las condiciones óptimas pre operatorias, programaron su cirugía. Fue operado del ojo derecho el 14 de octubre de 2016 y recuerda muy bien que a los pocos días de su cirugía ya podía ver muy bien de nuevo con su ojo derecho.
Poco tiempo después también lo operaron del ojo izquierdo, con los mismos buenos resultados. Siendo así que paso de tener agudezas visuales de 20/400 y 20/200 el ojo derecho e izquierdo respectivamente a tener 20/30 y 20/40.
Ahora Federico se siente mucho mejor, con más ganas de retomar sus actividades regulares y con un poco de nostalgia nos dice:
“Esto ha sido una salvación para mí. Por qué poco a poco se me acortaba la vista y yo no sabía que iba hacer de mi vida.”
Federico manifiesta estar muy agradecido por la ayuda recibida y por el buen trato que recibió durante sus días de atención en Divino Niño.
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